Riesgos Ambientales


El concepto de riesgo se entinde como la probabilidad de exceder un valor específico de daños sociales, ambientales y económicos, por la confluencia de factores de amenaza y factores de vulnerabilidad, en un lugar dado y durante un tiempo de exposición determinado.
De acuerdo a la(s) AMENAZA(s), se pueden establecer dos tipologías de Riesgos: de ORIGEN NATURAL y de ORIGEN HUMANO (técnicamente conocidos estos últimos como Riesgos de Origen Antrópico).
Cualquiera sea la Amenaza originadora de la condición de riesgo, el grado de éste siempre tiene directa relación con los factores o condiciones de vulnerabilidad del sistema social o ambiental expuesto.

1. De Origen Natural
a) Riesgo Sísmico
Casi todos los sismos, los destructores y los no destructores, se originan por el movimiento de los continentes y de los fondos oceánicos, lo que científicamente se explica mediante la denominada Teoría de Tectónica de Placas.
En forma sencilla, esta teoría establece que la corteza de nuestro planeta está formada por distintas placas (12 principales), o trozos de corteza, de forma similar a los cascos de una pelota de fútbol, que derivan lentamente en diferentes direcciones. Dichas placas poseen distintas formas y densidades y, debido a que son empujadas lateralmente, algunas chocan entre sí o se alejan, o bien una se hunde bajo la otra.
En el caso chileno, los sismos son causados por el roce entre la Placa Oceánica de Nazca y la Placa Continental Sudamericana y entre la Placa Oceánica Antártica y la Placa Continental Sudamericana. Es decir, el Continente Sudamericano avanza hacia el oeste (hacia Isla de Pascua), en cambio el fondo del Océano Pacífico, incluida Isla de Pascua y otras islas, se mueve hacia el este (hacia el continente) por lo que se están empujando entre sí y se atascan. Cuando se rompe ese atascamiento se produce un sismo. La velocidad del movimiento de placas es del orden de 10 cms. por año entre la Placa de Nazca y la Sudamericana y de 1,5 cms. por año entre la Placa Antártica y la Sudamericana.
En un país sísmico como Chile, las personas se habitúan a percibir sismos pequeños en gran número por año, lo que se conoce como sismicidad normal.
Después que se genera un terremoto (sismo destructor).siempre sigue temblando, pues las placas que se desatascaron necesitan terminar de acomodarse. Estos sismos que van disminuyendo paulatinamente en fuerza y frecuencia, son las llamadas réplicas. Antes de un terremoto, en algunas ocasiones, se produce un número anormal de sismos pequeños y medianos, llamados precursores.
El lugar o zona donde se origina un sismo se llama foco, que en la mayoría de los casos está en el interior de la Tierra en la zona de roce entre placas; el lugar en la superficie de la Tierra situado sobre el foco se denomina epicentro.

b) Riesgo de Tsunami
Algunos terremotos, erupciones volcánicas submarinas y derrumbes costeros, pueden generar un tsunami o maremoto, que se manifiesta a través de una serie de ondas en el mar, capaces de desplazarse por el océano a velocidades de hasta 900 kilómetros por hora, dependiendo de la profundidad del mar por el cual se desplazan.
La palabra tsunami es de origen japonés (Tsu=bahía y nami=onda).
La llegada de un tsunami a la costa puede manifestarse de dos maneras: la primera de ellas, con el recogimiento de las aguas, fenómeno que constituye una alerta natural; la segunda, por un rápido alzamiento del mar.
El tsunami puede tener un origen cercano; por lo tanto, el fuerte movimiento sísmico (por lo general, superior a los 7.5 grados en la escala de Richter, generalmente con epicentro en el mar, sumado a la forma en que se generó el sismo, vale decir, preferentemente por fracturamiento de carácter vertical) será un aviso de su posible ocurrencia. Sin embargo, si es de generación lejana, los organismos de Protección Civil proporcionarán oportunamente la información a las comunidades potencialmente afectadas.
El impacto de un tsunami variará sensiblemente de acuerdo a la topografía del lugar. Es así como el tsunami generado por el terremoto del 22 de mayo de 1960 en el sur de Chile, se propagó a través de todo el océano Pacífico, provocando daños y víctimas fatales en Japón, Hawai y Samoa, sin afectar significativamente la costa de la zona norte de nuestro país.

c) Riesgos Volcánicos
Como resultado del hundimiento de las placas de Nazca y Antártica bajo el continente Sudamericano, aparte de la generación de sismos en la zona de contacto entre ellas, se produce otro proceso que da origen al volcanismo en nuestro país.
La placa de Nazca continúa su viaje hacia el interior de la Tierra, más abajo de la zona de contacto con la placa de Sudamericana hacia zonas donde la temperatura va aumentando gradualmente hasta alcanzar profundidades donde la temperatura es tan alta que hace que las frías rocas de la placa de Nazca comiencen a fundirse. Este proceso genera materiales líquidos y gaseosos a alta temperatura que comienzan a emigrar a zonas donde la presión ambiental lo permita, lo cual es generalmente hacia arriba. Este material llamado magma puede alcanzar la superficie y ser expulsado violentamente a través de aperturas del terreno, en lo que denominamos un volcán.
Los Andes es una cordillera con numerosos volcanes activos que han sobrellevado cuantiosas erupciones documentadas en tiempos históricos. A lo largo de los Andes chilenos existen varios miles de volcanes, desde pequeños conos de cenizas, hasta enormes calderas de varias decenas de kilómetros de diámetro. Muchos de ellos, donde las condiciones climáticas son de extrema aridez, se han preservado intactos por millones de años, siendo actualmente inactivos.
Sin embargo, a lo largo de Chile, existen numerosos volcanes potencialmente activos. Datos actualizados señalan que, desde comienzos del siglo XIX han habido cerca de 300 erupciones en 36 volcanes chilenos. El Quizapu, a la latitud de Talca, protagonizó en 1932 la erupción de mayor magnitud de los Andes durante los últimos 200 años.
Los procesos volcánicos eventualmente peligrosos que, en diversos grados, pueden ocurrir en volcanes andinos, incluyen erupciones de lava, caída de tefra, formación de lahares y crecidas, la emisión de gases y generación de lluvia ácida, flujos y/u oleadas piroclásticas, avalanchas volcánicas, además de la actividad sísmica local y la alteración química de las aguas.

d) Riesgos Hidrometereológicos
Los Riesgos Hidrometeorológicos son aquellos procesos naturales que se generan por el transporte de materiales (rocas, tierra, lodo, agua) y son capaces de modificar el paisaje, que tienen al agua como principal elemento gatillador, (en cualquiera de sus estados), pudiendo convertirse en una amenaza, de acuerdo a las características de tales proceso y su ocurrencia en áreas ocupadas por el hombre. Estos fenómenos se pueden dividir en inundaciones, crecidas, aluviones, avalanchas, deslizamientos, nevazones y marejadas, y son responsables, en el ámbito de las emergencias y desastres, de al menos el 80% del daño a las personas en el mundo, como también de más del 85% de las pérdidas económicas.En Chile, los sistemas frontales sucesivos e intensos, que afectan principalmente al centro-sur del territorio pueden desencadenar uno o más de estos procesos hidrometeorológicos, los que dependiendo de las zonas geográficas que afecten, determinarán sustantivamente los distintos grados de vulnerabilidad de los asentamientos humanos. A modo de ejemplo, una lluvia de 3 ó 4 milímetros, no provocará problema alguno en Temuco, donde la construcción e infraestructura de la ciudad están diseñadas y adaptadas para soportar intensidades mucho mayores, pero en cambio, provocaría enormes daños y damnificados en Arica, ciudad que no está acondicionada para un evento de esa magnitud, por la poca frecuencia de tales procesos meteorológicos.
Los riesgos de origen hidrometeorológico permiten una intervención directa enfocada fundamentalmente a las vulnerabilidades, existiendo, por tanto, la capacidad humana para controlarlos o anularlos. Es posible eliminar las condiciones inseguras frente a inundaciones y crecidas erradicando sectores vulnerables o interviniendo cauces; Frente a aluviones y deslizamientos: evitando la construcción de viviendas y actividades humanas en fondos de valle o en lugares que son puntos naturales de evacuación de aguas. Medidas de mitigación tales como manejo de cuencas, reforzamiento de riberas, ampliación de colectores de aguas lluvias, entre otros, reducirán el impacto de estos riesgos hidrometeorológicos, y junto a las medidas de preparación - destinadas a optimizar la respuesta y la rehabilitación, para que estas sean rápidas, oportunas y eficientes - permitirán una mejor y más rápida normalización de las actividades.
Los procesos meteorológicos extremos que inciden en la generación de riesgos hidrometeorológicos son los únicos factibles de pronosticarse con un alto grado de acierto, conformando una alerta temprana basada en un pronóstico meteorológico. ONEMI analiza y relaciona estos antecedentes con las condiciones de vulnerabilidad de la zona potencialmente afecta y emite al Sistema de Protección Civil un informe de riesgo, con las respectivas orientaciones para la gestión de preparación.
2. De Origen Humano (Antrópicos)
a) Riesgos Sanitarios-Ambientales
Las colectividades humanas han transformado progresivamente el medio y los ecosistemas primitivos, convirtiéndolos en ambientes industrializados. La elevada densidad demográfica y el crecimiento urbano pocas veces planificado, exponen a las comunidades a variados riesgos derivados de las condiciones ambientales, que pueden constituirse en dañinas para el bienestar físico, mental y social de las personas.
Los factores ambientales de mayor incidencia en este tipo de riesgos son: Polución; administración de aguas; administración de alimentos; manejo de desechos sólidos y control de artrópodos y roedores, capaces de transportar agentes patógenos.
b) Riesgo Químico-Industrial
La actividad industrial, elemento clave para el desarrollo de las naciones, ha originado también nuevos factores de riesgo.
Prácticamente indisolubles entre sí, los riesgos industriales y riesgos químicos están relacionados con las operaciones industriales que por defecto, omisión o alteración de cualquier especie, pueden generar un accidente con potenciales consecuencias para el sistema social: Fugas y/o explosiones de gas; fugas de aguas contaminadas; volcamiento y derrame de sustancias tóxicas durante su transporte, etc. Tales caracterizaciones han llevado a los administradores de riesgos y operadores de emergencias, a clasificar tales eventuales peligros, como Riesgos por Sustancias Químicas o Peligrosas.
Para el análisis de riesgos en un área específica, se pueden utilizar dos diferentes planteamientos conceptuales: el que predice (en prospectiva) y el histórico (retrospectivo), los que son utilizados de manera complementaria.
Entre las fuentes potencialmente liberadoras de sustancias peligrosas, se incluye la extracción y refinación de materias primas, agricultura y agroindustrias, manufactura secundaria y/o procesamiento, generación de servicios, transporte, bodegas y manejo de desechos, sobre los cuales los procedimientos de Prevención de Riesgos Industriales centran su accionar.

c) Riesgo de Incendios
El Incendio es un Fuego No Controlado, de surgimiento súbito, gradual o instantáneo, participando en la mayoría de los casos, el factor humano como elemento causal directo y/o indirecto.
El Riesgo de Incendio está relacionado con cuatro Tipos de Fuego;
A. Se inicia a partir de material con carbono: madera, papel, basura, tela, algunos plásticos, etc.B. Se suscita a partir de algunos líquidos y sólidos inflamables, que pueden ser solubles o insolubles en agua, tales como etanol (alcohol corriente); metanol, gasolina, aguarrás y gases derivados del petróleo.C. Lo genera la corriente eléctrica, siendo su mecanismo no la combustión, sino la ignición.D. Producido por algunos metales (sodio, potasio, magnesio, etc.) al entrar en contacto con el agua bajo ciertas condiciones químicas y físicas.
La mayor parte de los incendios se producen por fallas en instalaciones eléctricas y gas; combustión espontánea por exceso de basura o desorden; manejo inadecuado de líquidos inflamables; mantenimiento deficiente de tanques o cilindros de gas; riesgos externos, por descuidos o intencionalidad.
De acuerdo al área o tipo de contexto que afecten, los incendios pueden clasificarse en: Urbanos o Estructurales, que afectan con destrucción parcial o total el interior o exterior inmediato de instalaciones, casas o edificios; y Forestales, que afectan áreas de vegetación: árboles, pastizales, maleza, bosques.
Un incendio estructural puede extenderse hacia áreas forestales, como a su vez, un incendio forestal llegar a afectar estructuras.
d) Riesgo Socio-Organizativos
A mayor evolución, la sociedad va complejizando progresivamente su organización. De tal situación emergen nuevos riesgos, derivados de quiebres, omisiones o alteraciones en los elementos o modos de relacionarse entre los seres humanos en sociedad. Tales riesgos se han adscrito hoy al ámbito de la Seguridad Ciudadana, en los que se advierte un menor número de agentes generadores, con una clara interviniente humana, atribuibles a factores de conducta y cultura social.
Entre los principales riesgos socio-organizativos, se pueden mencionar: Accidentes de tránsito, delincuencia, drogadicción, alcoholismo.
Fuente: Oficina Nacional de Emergencia - ONEMI

1 comentario:

Anónimo dijo...

por que chingado no pne lo de riesgos sanitaros